Ella...

Y brilla dando un singular abrazo a la noche fría... Brilla en su inmensidad y utopía Es la luz que fomenta sus sombras El color que no se puede distinguir La sensación de tenerla al frente y a su vez bien lejos... En momentos se acompaña de eufóricos aplausos, El viento es quien los motiva a celebrar su dicha... Tal vez un grillo cante en sinfonía Tal vez la inmensidad es solo mía... Brilla como brilla y a su lado un lucero la mira La ve y acompaña en la noche fría Sin dejar de escuchar a los árboles aplaudir cálida bienvenida... El fuego y el humo nos imnotizan Se preguntan qué hacer y a que temer Juegan a los inmortales y se pierden en la fe Nada los distingue más que su silueta de papel Es una antigua costumbre Hablarle y susurrarle al oído Es una necesidad Dormir pensando en ella y amanecer y no tenerla... Cada noche se presenta y cada mañana se ausenta... Es su forma, su plena pureza La que se engrandece y se mengua... Cada cierto tiempo está como nueva, y en ocasiones se despide sin gloria ni pena...