La puerta se tumba en el suelo, los barrotes de hierro se derriten por tan solo un recuerdo, el cual se aleja, dejando la puerta en su lugar y reafirmando la fuerza de los barrotes...Su voz y su forma crean una replica que los desestabilizan, por algunos segundos pasa del miedo a la tranquilidad de liberar la fuerza que muy dentro se mantiene contenida... el registro queda en el recuerdo, y se revive para contarlo...
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